Durante la guerra del Golfo, algunos de los mercenarios de todo el mundo empezaron a cometer crímenes con el fin de capturar la riqueza de la región. Ganaron una fortuna gracias a los negocios sucios que realizaban allí, y, con el tiempo, se convirtieron en una enorme organización criminal.
Una de las organizaciones más fuertes de todas, Gladio, comenzó a trabajar en muchos países gracias a su equipo de profesionales. La característica más importante que los distingue de otras organizaciones es la exitosa estrategia de combate que implementan.
El director regional de Gladio, Ivan, administraba las operaciones de los servicios de inteligencia en Turquía.
El haber ejecutado al espía turco, quien revelaba las operaciones de Gladio y que había desaparecido sin dejar rastros, se convirtió en un problema personal para Ivan. Con el tiempo, encontraron la ubicación del Turco y cumplieron con la operación, pero Demir, quien se creía que estaba muerto, comenzó a estropear los planes de Gladio. A partir de este momento, lo único que importaba era Zula.