Originariamente nació en Manisa, pero por la misión de su padre, pasó toda su infancia en Ankara. Es la única hija de Akin Yilmaz, uno de los policías legendarios de Ankara. Sentía que por haber sido criada en uno de los barrios más peligrosos de Ankara, ella pertenecía allí. Sentía tanto cariño por el barrio y por sus amigos que llevaba un tatuaje distintivo del barrio en la muñeca. Zeynep seguía el ejemplo de su padre desde que era muy joven; su único sueño era ser una policía tan exitosa como su padre. El año que se unió a la academia de policía, quedó conmovida por la muerte repentina de su padre. Aunque creía que Sahin Kiliç había sido el asesino de su padre, al que amó como a un tío durante mucho tiempo, no pasó mucho tiempo para que supiera la verdad acerca de la muerte de su padre. Cuando supo que Sahin era inocente, su único objetivo fue acabar con Gladio, que fue quien mató a su padre. Sahin se mantuvo firme junto a Zeynep y le dio un entrenamiento especial. Con los consejos de Sahin, continuó con la academia de policía y se graduó con el primer título. Gracias a su mente hábil, su coraje y su puntería, se destacaba entre sus compañeros y seguía con su labor.